Hablar en público o hablar delante de una cámara suelen ser retos a los que un periodista o un informador tendrá que enfrentarse tarde o temprano a lo largo de su carrera profesional. Para muchos no deja de ser un simple ejercicio audiovisual, mientras que para algunos el pánico escénico se convierte en un grave handicap que tendrán que aprender a superar si realmente quieren dedicarse a informar.
La información audiovisual adquiere un valor añadido cuando el periodista aparece en pantalla. No es lo mismo contar una noticia desde fuera que hacerlo in situ, desde el mismo lugar en el que está teniendo lugar un suceso. Por ello, las cadenas de televisión apuestan cada día más por las conexiones en directo.
Lo primero que debemos hacer es perderle el miedo a la cámara. Debemos verla como nuestra aliada y nunca como nuestra enemiga. A través de ella lograremos que nuestra información llegue al mayor número de personas posible, de modo que lo que tenemos que hacer es practicar frente a ella. Son muchos los consejos y las pautas que podemos seguir para hacer frente al pánico escénico o para evitar quedarnos en blanco una vez el piloto rojo se haya encendido.
Hablar en público
1- Intentaremos que las presentaciones o las entradillas sean cortas, entre 10 o 15 segundos, de este modo la sensación de seguridad será mayor. En una pieza, las entradillas darán paso a imágenes con nuestra voz en off.
2- Imaginaremos que al otro lado del objetivo de la cámara se encuentra una persona de total confianza e imaginaremos que es a ella a quién le estamos contando la información.
3- La sencillez es otra de las claves para que nuestra presentación salga a la primera. Expresaremos una o dos ideas, no más. Para ello serán suficientes un par de enunciados. La precisión es fundamental, ya que si nosotros no dominamos lo que queremos comunicar difícilmente sabremos contárselo a la cámara.
4- Hay que prestar atención a la forma en la que hablamos. La dicción tiene que ser clara en todo momento. Otros elementos a tener en cuenta a la hora de hablar frente a una cámara son: el volumen de la voz, la velocidad del discurso y el ritmo.
5- Debemos controlar nuestros pensamientos negativos, de lo contrario los transmitiremos inconscientemente a través de los gestos, movimientos, miradas e incluso palabras. El lenguaje corporal representa el 93% del mensaje. ¡Ojo!
6- Procura sonreír. La empatía resulta clave para conectar con la audiencia.
7- Conviene prepararse para cualquier obstáculo. No debemos desanimarnos cuando una presentación no salga bien. Iremos mejorando con el tiempo.
8- Estar nervioso es algo normal. Si sentimos temor, pero seguimos adelante será un buen resultado. Si no experimentamos temor alguno y ni siquiera nos ponemos nerviosos, entonces el "ejercicio audiovisual" habrá resultado demasiado fácil.
9- Independientemente de los consejos anteriores, conviene aprender a improvisar, ya que sólo de esta manera lograremos tener una gran confianza en nosotros mismos. Elige un tema y grábate hablando sobre él al menos durante 10 minutos. Es una buena manera de empezar a practicar.
10- Debemos aprender a hablar mucho sobre las cosas que nos rodean. Aumentar la capacidad de oratoria no sólo aumenta nuestras habilidades sociales, sino que nos dará las herramientas necesarias para que no nos volvamos a quedar en blanco frente a una cámara.