Trabajar en equipo es una tarea a la que nos tenemos que enfrentar en muchos empleos. Ya desde pequeños en las aulas hasta de más mayores en la Universidad, hacemos tareas en grupos que nos enseñan a relacionarnos, a compartir y a tener un resultado común que solo se podrá hacer si todos trabajan a una para sacarlo adelante. En algunos empleos, la tarea de cada uno es individual, pero en muchos otros, se trabaja en equipo.
En un equipo de trabajo puede hacer rencillas, luchas de egos, falta de interés, gente que se encuentra fuera del grupo, la que va a únicamente a lo suyo... Y si estamos hablando de un trabajo en común, es importante que esto no pase. Es cierto que la presión y el tiempo siempre puede complicar las cosas, pero es bueno que haya un líder de ese equipo y que se siga una serie de consejos para que la tarea llegue a buen puerto y todos los que han contribuido a que así sea se sientan satisfechos tanto de su función como de la del resto.
Tener todos un objetivo común es imprescindible
1 Tener objetivos comunes
Cuando se organiza un grupo de trabajo, se suele hacer para una tarea. Puede ser tanto para un proyecto concreto como para desarrollar unas funciones que se mantengan a largo plazo. Sea como sea, es importante que todos los miembros tengan claro lo que se pretende conseguir, ya sea un único objetivo como varios de ellos. Para que esto salga bien, también deberán estar de acuerdo en qué pasos seguir para poder alcanzarlos.
2 Buena comunicación
Aunque cada uno sepa cuál es su tarea concreta dentro del equipo, es imprescindible que haya comunicación en todo momento. Es la base del trabajo en equipo, para que cada uno sepa en todo momento qué está haciendo el resto de miembros, así como estar disponible para echar una mano a quien la necesite. Además de la forma oral, existen muchas herramientas para que haya una buena comunicación entre los integrantes, desde documentos compartidos hasta distintos tipos de chats como incluso podría ser el WhatsApp.
3 Confianza
Una vez determinados los objetivos y las tareas necesarias para alcanzarlos, es fundamental que haya confianza entre los miembros. No se puede olvidar que todos remamos en la misma dirección. Puede ser interesante, pero no obligatorio, que los integrantes de un grupo se conozcan fuera del ambiente de trabajo antes o durante el comienzo del trabajo en equipo. Estrechar estas relaciones ayudará a que haya más seguridad y que la comunicación entre ellos sea más efectiva.
4 Saber que todos formamos parte
Un riesgo al que se enfrentan los miembros de un equipo es el de sentirse fuera de él. Eso no puede suceder, porque sea por el motivo que sea, todos los integrantes son necesarios. Por ello, es importante que cada uno pueda dar su opinión de los asuntos a tratar y que todos estén involucrados en las tomas de decisiones. Al fin y al cabo, todos necesitamos formar parte de algo, por lo que si nos sentimos dentro del grupo, y hacemos que el resto también lo sienta, trabajaremos más a gusto.
5 Potenciar lo mejor de cada uno
Dentro de un equipo de trabajo, cada uno tiene sus virtudes, talentos y habilidades concretas. Es imprescindible que todos la conozcan las del resto de integrantes para, sobre todo, potenciarlas en el reparto de funciones. Los resultados serán mejores si cada uno realiza las tareas que mejor conoce y además incluso les gusta. Además de hacer que el ambiente sea mejor porque los miembros trabajarán más a gusto, también se será más eficaz y rápido que si desempeñan una tarea que no conocen. Por ello, aunque pueda parecer que no, resulta más interesante que el grupo sea heterogéneo.
6 Compartir los éxitos
Si es un trabajo en equipo es un trabajo en equipo. Esto quiere decir que alcanzar los objetivos del grupo es una tarea común, por lo que no debemos olvidarnos de las responsabilidades del resto de compañeros pensando que sus problemas no son los nuestros. De la misma manera, cualquier el triunfo en el grupo será de todos, ya que formamos parte del grupo. Por tanto: si un error nos perjudica a la totalidad, un acierto nos favorece al conjunto.
7 Celebrar buenos resultados
Un triunfo es motivo de celebración. Además, es importante hacerlo. No hace falta llegar a organizar una fiesta, pero sí ensalzar el trabajo realizado. Los logros conseguidos habrán sido gracias a la labor de cada uno de los miembros, por lo que no hay que callarlos, sino compartirlos. Esto unirá más al grupo y además conseguirá que haya una mayor motivación para seguir alcanzando nuevos éxitos, viendo que su trabajo está siendo útil y está ayudando a estar logrando los objetivos esperados.
8 Motivación
Con todos los puntos anteriores, si se mantiene un buen ambiente de trabajo y si los miembros del equipo ven recompensado su trabajo, estarán motivados para seguir adelante. Sin embargo, puede haber malos momentos y es importante que el líder del grupo motive a los integrantes aplaudiendo los pequeños logros cuando vea conveniente. Esta función sería similar a la de un profesor con sus alumnos o un capitán de un equipo de fútbol con sus jugadores, que les anima a seguir adelante.