A veces los primeros pasos en el mundo laboral comienzan gracias a ofertas de prácticas, por lo que ser becario se convierte en una verdadera oportunidad para muchas personas. Durante este tiempo realizarás labores similares a la del resto de trabajadores de la empresa o compañía, con la diferencia de que contarás con una persona que irá guiándote en el proceso y formándote.
Consejos para aprovechar al máximo tu etapa como becario
Si tu etapa como becario resulta efectiva puede que tengas una oportunidad de permanecer en la empresa y te hagan un contrato de trabajo para que pases a formar parte de la plantilla de manera oficial, algo que más adelante podría derivar en un vínculo indefinido. Así pues, si vas a comenzar como becario, a continuación, te ofrecemos una serie de consejos para que puedas sacar el máximo partido a este período de tu vida.
1 Busca la beca o la oferta que se ajuste a tu perfil
Antes de comenzar a mandar solicitudes, debes pararte a pensar bien a qué te quieres dedicar. Tener claro tus gustos y cuál te encantaría que fuese tu profesión a largo plazo es de gran ayuda a la hora de elegir una beca o una oferta de trabajo. Una vez tengas claro este aspecto, recopila todas las opciones que estén a tu alcance y envía tu currículum, una buena carta de presentación y toda la documentación que requieran. Tampoco te olvides de asegurarte de que cumples todos los requisitos para que tus opciones de conseguir ese puesto no se vean mermadas por culpa de un despiste. En el caso de que seas rechazado, no pierdas la esperanza y sigue intentándolo porque la persona que no tira la toalla es la única que logra su propósito, aunque le lleve más tiempo del deseado.
2 Sé puntual y no pierdas el tiempo
A nadie le gusta que le hagan perder el tiempo porque es uno de los bienes más preciados que tenemos, por lo que la puntualidad tiene que ser tu mayor cualidad durante tu periodo como becario. Si bien es imprescindible que llegues a tu puesto a la hora indicada, también es importante que sepas que necesario terminar a la hora que tu contrato marque el fin de la jornada laboral. En caso de que permanezcas más tiempo del estipulado serán horas extras y, si estas no son remuneradas, valora si merece o no la pena. Hay que llevar mucho cuidado entre el límite de ser una persona comprometida con el trabajo y dedicar mucho más tiempo del que deberías. Así pues, la mejor opción es darlo todo durante tu horario para demostrar que sabes cómo aprovechar bien la jornada.
3 Ten iniciativa
Acudir al trabajo con una actitud positiva dice mucho de una persona, pero también es importante mostrar disposición a la hora de tomar el control y presentar ideas con la intención de mejorar. Tampoco te excedas en tus propuestas y comentarios, intenta mantener el entusiasmo en un punto medio para que se aprecie tu capacidad de iniciativa sin dar la sensación de que te extralimitas. Igualmente, si sabes que puedes hacer algo, intenta realizarlo sin esperar a que te lo pidan, así adelantarás faena y demostrarás que estás atento a todo. Además, ser una persona proactiva es algo muy bien valorado por los jefes, por lo que si te interesa continuar ligado a la empresa, te dará puntos extras de cara a poder permanecer con un contrato como el resto de los trabajadores cuando se termine tu período de prácticas.
4 Sé una persona resolutiva y responsable
Si tener capacidad de iniciativa es una gran cualidad, también lo es ser una persona resolutiva. Ahogarse en un vaso de agua no sirve de nada, por lo que debes intentar enfocar tu mente en encontrar la solución cuando surja un problema. Centrarse en la manera en la que puedes solventar algo dice más de ti que si únicamente te quedas con el obstáculo y no haces nada por superarlo. Del mismo modo, ser responsable implica que estás comprometido con tu trabajo y que realmente te interesa lo que haces. Por todos estos motivos, trata de mantener la calma ante cualquier contratiempo y piensa siempre de forma profesional para intentar dar con una solución. Intentarlo aunque no lo consigas siempre será mejor que no hacer nada.
5 Pide ayuda cuando lo necesites
Más de una vez habrás escuchado aquello de que nadie nace sabiendo, una expresión muy utilizada gracias a su veracidad. Los comienzos no son nada sencillos para nadie y a todos les cuesta familiarizarse y acostumbrarse a una nueva rutina de trabajo, especialmente si se trata de tu primera incursión en el mundo laboral. Incluso puede que a veces sientas que no encajas o tengas la impresión de que eres un extraño al ser el nuevo en la oficina. Sin embargo, tienes que dejar atrás cualquier temor y en caso de necesitar ayuda, pedirla a cualquiera de tus compañeros. Recuerda que ellos también pasaron por el mismo lugar en el que te encuentras y en algún momento fueron los becarios o los nuevos, por lo que probablemente no tendrán ningún problema en echarte una mano. Muchas veces una llamada de auxilio a tiempo puedo evitar problemas más graves.
6 Aprende de las críticas y los errores
Todos somos humanos y en algún momento de nuestras vidas hemos cometido errores, de hecho, por mucho que nos hagamos mayores, seguiremos cometiéndolos. Es normal fallar porque nadie es perfecto, sobre todo cuando te encuentras todavía en la etapa de formación y la experiencia todavía no es tu mayor aliada, pero lo importante es aprender de cada uno de esos errores. Si decides centrarte en la lección obtenida, más que un fracaso verás una oportunidad para seguir creciendo. Igualmente, en algún momento dado puedes recibir alguna crítica, pero lejos de tomártelo como una reprimenda o avergonzarte por ello, debes fijarte en el motivo que ha llevado a la otra persona a realizar esos comentarios o puntualizaciones para mejorar en un futuro y no volver a cometer los mismos errores. En síntesis, debes aprender a ver el lado bueno de las cosas, aunque a veces parezca que no exista y prefieras que la tierra te trague.
7 Relaciónate y haz contactos
A la hora de formar parte del equipo de una empresa quizá lo más complicado sea relacionarte con el resto de tus compañeros, sobre todo cuando eres el becario. La falta de experiencia o simplemente el hecho de ser el nuevo pueden crear inseguridades y provocar un estado de nerviosismo, pero debes confiar en ti, relajarte, ser tal y como eres y mostrarte natural. Con el paso de los días y a base de mantener conversaciones, poco a poco irás ganando confianza y afianzando las relaciones con el resto hasta que la comunicación sea totalmente fluida. Además, puede que incluso obtengas alguna que otra buena amistad, algo muy valioso también a nivel laboral porque nunca sabes cuándo vas a necesitar tirar de contactos o cuándo alguien puede acordarse de ti para recomendarte para un nuevo puesto de trabajo.