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EVITAR LA ANSIEDAD

Consejos para controlar los nervios y superar con éxito el primer día de trabajo

Descansar, no tener miedo a cometer errores y esforzarse por mejorar y aprender son algunas de las claves.

Consejos para controlar los nervios y superar con éxito el primer día de trabajo
Por Azucena Pereira | Publicado: Viernes 4 Diciembre 2020 11:02

El primer día de trabajo supone comenzar una nueva etapa profesional, por lo que es normal que los nervios estén a flor de piel. Ese estado viene motivado por una sensación de incertidumbre que suele combinarse con el miedo a fallar y a emprender un camino desconocido y la ilusión por iniciar nuevos retos. Si a eso le sumamos que quizá es la primera vez que obtienes un puesto laboral, el nerviosismo aumenta de forma desorbitada. Además, encontrar trabajo tampoco es una tarea sencilla, por lo que se añade una responsabilidad extra que consiste en estar a la altura para no perder esa oportunidad laboral que te asegure una estabilidad económica.

Consejos para superar con éxito el primer día de trabajo

Consejos para superar con éxito el primer día de trabajo

Por todos estos motivos, probablemente el primer día de trabajo será uno de esos momentos imborrables en tus recuerdos y que tendrás presente toda la vida. Además, para bien o para mal, también formará parte de tu trayectoria profesional. Para que pase a la historia como una de las mejores experiencias de tu existencia, a continuación, te ofrecemos una serie de consejos que puedes seguir para intentar evitar que los nervios se apoderen de ti el primer día de trabajo y lograr así tener un estreno laboral por todo lo alto.

1 Descansa bien el día anterior

Comenzar el primer día de trabajo sin cansancio, completamente descansado y con la energía a tope es fundamental para iniciar esta andadura profesional. Dormir bien el día previo te ayudará a sentirte mucho mejor y con más fuerzas para encarar un día en el que necesitas estar despierto y permanecer muy atento a todas las indicaciones y a la información nueva que recibirás nada más llegar. Así pues, el día anterior a tu estreno laboral, procura dormir bien y descansar las horas necesarias para que tu cuerpo tenga la energía necesaria. Además, ese descanso también será de utilidad para comenzar la mañana de un modo relajada. Para lograr ese sueño reparador, procura evitar los aparatos electrónicos cuando te acuestes, pero tampoco los utilices nada más levantarte porque, además de distraerte y hacerte perder tiempo, pueden ocasionar un exceso de información que altere tu nerviosismo. Por el contrario, puedes realizar ejercicios de relajación y meditación durante unos minutos para despejar la mente y concentrarte.

2 Realiza ejercicios de respiración

Como comentábamos en el apartado anterior, descansar es fundamental para empezar el primer día de trabajo con la energía requerida. Sin embargo, si te cuesta conciliar el sueño por culpa de los nervios y la ansiedad que te produce enfrentarte a la nueva responsabilidad, trata de realizar ejercicios de respiración profunda y de meditación. Para ello, prueba a inspirar de forma lenta reteniendo el aire durante unos segundos mientras notas que el abdomen se hincha, después suelta ese aire exhalando de forma sonora durante varios segundos más. Este tipo de actividades son estupendas para mantener la mente en blanco y olvidar por un momento todo lo que se avecina. Asimismo, tampoco te tortures pensando que los nervios van a arruinar tu día, esa ansiedad es algo habitual cuando te enfrentas a este tipo de situaciones y desaparecerá cuando te hayas acostumbrado y conozcas el lugar de trabajo y a tus compañeros.

3 Sé puntual para evitar ir con prisas

Llegar puntal a la oficina o a la empresa el primer día de trabajo es fundamental por varias razones. En primer lugar, presentarte con tiempo suficiente te hará acudir sin prisas y podrás intentar que los nervios no aumenten ante el temor de llegar tarde. Incluso si llegar con unos minutos de antelación puedes aprovechar para respirar profundo junto antes de entrar. En segundo lugar, ser una persona puntual ofrece muy buena imagen porque significa que tomas tu trabajo con seriedad y que eres responsable. A nadie le gusta perder el tiempo y mucho menos en el ámbito laboral. Por último, causar una buena primera impresión a tus jefes y a tus compañeros siempre será de utilidad para comenzar con buen pie y demostrar que tienes ilusión, entusiasmo y motivación por tu trabajo.

4 Pregunta siempre que tengas dudas

A la hora de iniciar un nuevo trabajo es normal que tenga dudas. Por mucho que te hayan contratado porque cumples con los requisitos para desempeñar esa tarea, no olvides que el entorno es algo nuevo y no es nada extraño que el primer día te cueste un poco más acostumbrarte y habituarte. Así pues, si tienes dudas sobre cómo se realiza alguna cosa o te sientes inseguro, es importante que preguntes antes de equivocarte. Al ser una persona nueva, a nadie le importará ayudarte o aconsejarte, todo lo contrario. Recuerda que ellos también fueron primerizos y probablemente tuvieran las mismas dudas su primer día de trabajo. Eso sí, no olvides mostrarte agradecido por la ayuda. Tampoco olvides que aprender lleva su tiempo, así que aprovecha bien esas primeras semanas para empaparte de toda la información y consejos que te proporcionen.

5 No te preocupes si cometes errores

El temor por equivocarse nada más comenzar un nuevo trabajo suele ser uno de los principales motivos por el que los nervios afloran. El problema radica en que ese estado de nerviosismo puede provocar que sea más sencillo cometer errores. Para evitar ese miedo a fallar, intenta pensar que no pasa nada si te equivocas porque acabas de llegar y todavía tienes que acostumbrarte al nuevo entorno laboral. No obstante, siempre que puedas, no olvides consultar tus dudas con algún compañero o con tu superior para así no errar en algo que probablemente sea mucho más sencillo de lo que imaginas. En el caso de que cometas un fallo o tengas una confusión, tampoco te lo tomes como una tragedia, nadie es perfecto y todos podemos cometer errores en algún momento, especialmente si eres nuevo y todavía estás en proceso de adaptación y aprendizaje. Aprovecha esos errores para mejorar, una aptitud mucho más valiosa que la lamentación.

6 Muestra interés por mejorar

Iniciar tu andadura laboral mostrando una actitud positiva y mucho interés por aprender es otro de los factores claves para que todo salga a pedir de boca. Preguntar cuando tienes dudas no solo te ayudará a evitar errores, también te permitirá que los demás sepan que tienes predisposición para aprender y muchas ganas de seguir mejorando. Además, también puedes proporcionar tu ayuda a los demás u ofrecer tu colaboración para realizar alguna tarea. No te preocupes si no es tu especialidad, una mano extra nunca viene mal a nadie. Asimismo, si te ofrecen la opción de realizar alguna actividad nueva, acéptala, aunque eso suponga salir de tu zona de confort. Hacer frente a los obstáculos como una oportunidad para crecer te ayudará a mejorar profesionalmente y a demostrar que eres capaz de todo.

7 Socializa con tus compañeros

Sentir miedo por no encajar con el resto de tus compañeras y compañeros de trabajo también es un temor muy difundido. A veces, el pensamiento de que no vas a conseguir caer bien o que podemos hacer el ridículo puede cohibirnos y provocar que no nos sintamos con facilidad para socializar con el resto. Olvídate de todos esos temores y muéstrate con naturalidad y tal y como eres. No dejes que los nervios oculten tu personalidad ni te escondas todo el día detrás de la pantalla de tu ordenador, lánzate a conversar con tus compañeros e intenta conocerlos un poco hasta que logres tener plena confianza. La hora de comer puede ser una ocasión perfecta para empezar esta relación. Igualmente, una buena opción para hacer este paso más sencillo es que aproveches el final de la jornada laboral para invitarles a tomar algo. En un ambiente más distendido te resultará más fácil entablar una conversación.

8 Confía en ti

No olvides confiar en tus capacidades y habilidades. Si has sido la persona elegida para desempeñar una labor concreta, ten por seguro que puedes hacerlo y que sabes perfectamente cómo actuar para haber tu trabajo de la mejor forma posible. Si te han seleccionado es porque creen que tu perfil encaja a la perfección y, por eso, tus jefes confían en ti y en tu buen hacer, así que tú también tienes que mostrar el mismo nivel de confianza y de seguridad. No obstante, como indicábamos anteriormente, dudar los primeros días es normal en cualquier ser humano, por lo que no te preocupes por ello y trata siempre de pensar en positivo. Si confías en tus logros y continúas esforzándote, trabajando duro y aprendiendo, mejorarás con el paso del tiempo hasta afianzarte en tu puesto de trabajo.