Si acabas de terminar una carrera universitaria, un máster o simplemente te has lanzado al mundo laboral, probablemente estés buscando la forma de conseguir captar la atención para obtener esa oportunidad de trabajo tan ansiada. Aquí juega un papel importante la forma en la que te das a conocer o te postulas para un puesto, y una de las maneras más acertadas es hacerlo a través de tu trabajo. Nada mejor que mostrar lo que sabes hacer para que los demás puedan descubrirte profesionalmente. Una demo reel, un dossier, una página web o las redes sociales son algunas de las mejores herramientas que puedes usar como escaparate en el ámbito audiovisual.
Consejos para elaborar tu marca personal
Sin embargo, hay un aspecto muy importante que puede ayudarte a presentarte profesionalmente al mundo laboral y acercarte un poco más a tu público objetivo. Tener tu propia marca personal e identidad visual te permitirá diferenciarte de tus competidores y de otras producciones que cuenten con una temática similar, al mismo tiempo que generas una seña con la que te puedan identificar rápidamente. Asimismo, es una estrategia que ayuda a unificar y a dar coherencia a todas tus acciones. Si no sabes muy bien cómo crear tu propia marca personal, a continuación, te ofrecemos una serie de aspectos que debes tener en cuenta.
1 Escoge la temática
Antes de nada, lo primero que debes tener claro antes de lanzarte a la aventura de crear tu propia marca personal es tu rama de conocimiento, es decir, la especialidad a la que te quieres dedicar. Saber hacer de todo es un valor añadido porque te permite defenderte en más campos y algunas empresas a veces buscan personas que sepan realizar varias tareas, sin embargo, venderte como una persona experta en una materia en concreto te hará destacar. Además, trabajar en una disciplina que te gusta y en la que sabes manejarte a la perfección te ayudará a dar lo mejor de ti, pues nunca faltará la motivación. Asimismo, es evidente que ganarte la vida haciendo algo con lo que disfrutas siempre será la mejor opción e ir a trabajar se hará menos cuesta arriba.
2 Busca referentes
Si ya sabes la idea o concepto que quieres defender y mostrar al mundo, también debes buscar qué han hecho otras personas que se dediquen a lo mismo. Esto te servirá para poder recopilar ideas, tanto de conceptos sobre el tema como referentes visuales. Además, conocer qué han realizado otros te puede servir para saber qué aspecto puedes potenciar para que te diferencie y puedas llamar más la atención con tu trabajo. Por tanto, por un lado, la labor de investigación es una tarea importante para descubrir qué hay y qué novedades puedes ofrecer. Y, por otro lado, te puede servir para observar cómo funciona la competencia y tomar ideas que puedas mejorar.
3 Elige un nombre
El siguiente paso es elegir el nombre, una ardua tarea pues supondrá el primer contacto con el público. Aquí debe primar que sea una palabra que represente la esencia de tu identidad personal y que sea inalterable en el tiempo. Una de las opciones es escoger una única palabra o que sea un nombre lo más corto posible porque de este modo resulta más fácil de recordar, sobre todo si es fácil de pronunciar, de escribir y de leer. No obstante, algunas personas suelen optar por su nombre y apellido, algo que es una ventaja siempre y cuando no sean demasiado comunes. Si este es tu caso, lo mejor es que busques un nombre alternativo, a poder ser que esté relacionado temáticamente con tu especialidad y, sobre todo, que resulte original, ya que esto será de utilidad para que cause mayor impacto y sea difícil de olvidar.
4 Logotipo e icono que te identifiquen
Una vez tengas decidido a qué te quieres dedicar y elijas el nombre, llega el turno de pensar en tu logotipo, la constante visual que más te identificará. Debes tener en cuenta que tiene que ser un logotipo que resulte legible hasta en el tamaño más pequeño; que sea diferenciador y memorable; que pueda ser reproducido en cualquier tipo de material, no solo en soporte digital; y, en definitiva, que sea un logotipo representativo de tu trabajo y marca personal. Además, tampoco te olvides de crear un icono, pues te servirá para marcar mejor tu seña de identidad y podrás utilizarla en herramientas como las redes sociales, de gran utilidad para difundir tus trabajos y darte a conocer.
5 Colores que representen lo que quieres transmitir
Elegir un color puede parecer una tarea sencilla a simple vista, pero debemos tener en cuenta el significado que tienen cada uno de ellos. Por ejemplo, no es lo mismo la sensación que transmite el rojo, que implica pasión, energía, fuerza y vida, que el azul, asociado a la calma y a la estabilidad. Por este motivo, es importante que escojas un color que vaya acorde con la imagen que quieres mostrar al mundo, con las características con las que quieres que los demás te identifiquen. Además, si optas por combinar varios colores, tampoco puedes olvidarte de la parte estética. Siempre debes elegir aquellos que mejor combinen y que, en todo momento, ayuden a resaltar el nombre y a destacar los puntos fuertes de la forma y la tipografía de tu logotipo.
6 Tipografía acorde con la temática
La elección de la tipografía para la marca gráfica suele ser un aspecto que para muchos pasa desapercibido, cayendo así en un grave error. La realidad es que la tipografía debe tomarse como elemento base del diseño, pues una mala elección puede perjudicar la imagen. Para ello, debes tener en cuenta aspectos como el tipo, la fuente, el interlineado o el interletraje, elementos que intervienen en su formación. Fontforge, FontLab o Metafont-Metaflop son algunos programas que pueden ayudarte en el diseño de fuentes para que tu logotipo sea más original y se diferencie del resto.
7 Implementación en redes sociales
Una vez tienes tu nombre y has terminado tu logotipo y tu icono creando así tu identidad visual definitiva, llega el momento de compartirlo con los demás y comenzar a forjar tu marca personal. No obstante, tampoco puedes lanzarte a la ligera, debes elegir qué redes sociales o herramientas son más propicias para mostrar tus cualidades y habilidades. Algunas como YouTube o Instagram son útiles para compartir contenido gráfico, por lo que si la edición y montaje de vídeo o el diseño son tu especialidad, pueden ser la mejor opción. También hay otras mucho más concretas y dirigidas a un público menos general, como son Vimeo o Pinterest. Además, siempre puedes crear tu propia página web que sirva de base para ayudarte a presentar tu trabajo e iniciar así tu marca personal.