El mundo audiovisual, junto a las nuevas tecnologías, ha abierto nuevas posibilidades en multitud de ámbitos, incluida la forma en la que podemos presentarnos ante las empresas a las que deseamos incorporarnos. En este caso, los videocurrículums, es decir, los currículums que, en lugar de ser redactados, están grabados en formato audiovisual para atraer la atención de nuestros posibles contratadores, comienzan a ser una pieza clave a la hora de aspirar al puesto de trabajo que deseamos.
Un videocurrículum es otra buena forma de presentarnos a las empresas audiovisuales
En una era en la que plataformas de vídeo como Twitch, TikTok o Youtube están triunfando en todo el mundo, el vídeo se ha convertido en una potente herramienta para transmitir un mensaje de forma clara y directa. Por ello, un videocurrículum es una buena herramienta para hacer notar nuestra creatividad, incluso nuestra personalidad ante la empresa, al igual que aporta una sensación de seguridad y proximidad que no consigue un currículum en papel. A ello se suma el hecho de que podemos mostrar los puntos fuertes de nuestra carrera profesional, como nuestra habilidad con los idiomas o con la edición de vídeo u otras herramientas audiovisuales, los cuales tenemos la oportunidad de reflejar en la misma elaboración de la pieza.
Con estas ventajas con respecto a los currículums tradicionales, también debemos tener presente que los videocurrículums son un arma de doble fio puesto que, de elaborarlo de forma incorrecta, puede conseguir el efecto contrario a lo que deseamos y alejarnos de nuestro ansiado puesto de trabajo. Además, entre los contras de este tipo de piezas, está el hecho de que requieren de una buena dosis de imaginación, talento, tiempo y trabajo, mayores que el currículum en papel, al igual que es importante tener en cuenta su duración, para no aburrir a los potenciales contratadores. Por todo ello, ante la importancia que el videocurrículum puede tener en nuestra carrera profesional, recogemos varias claves que nos ayudarán a conseguir una buena pieza con la que lograr destacar por encima de otros candidatos a nuestro posible puesto de trabajo.
1 Sé conciso y directo
El primer aspecto a considerar antes de ponernos a trabajar con nuestro videocurrículum es su duración: lo ideal es que no superemos los tres minutos de tiempo. Esto evitará saturar al destinatario de la pieza, al igual que nos aseguramos de no aburrir con una duración excesiva, lo que podría perjudicarnos a la hora de transmitir el mensaje que deseamos.
Es esencial, por ello, que nos centremos en los más importante, sin limitarnos a "copiar" lo que recogemos habitualmente en los currículums tradicionales, destacando aquellos aspectos más sobresalientes de nuestro ámbito profesional, teniendo siempre en cuenta a qué sector del mundo audiovisual queremos aspirar y cuáles de nuestras aptitudes o conocimientos de los que haremos gala pueden hacernos ganar más puntos en cada uno de ellos.
2 No renuncies a la creatividad
El videocurrículum nos abre multitud de posibilidades para desplegar nuestras habilidades como profesionales del mundo audiovisual con respecto a los currículums tradicionales, plasmados en papel. Por eso, es un buen recurso a la hora de plasmar nuestros conocimientos de una forma única y eficiente, con la que apelar a nuestros contratadores, a la que podemos sumar nuestro propio talento o ingenio, con el fin de ganar más puntos de cara a un posible empleo.
Elaborar un videocurrículum es, de hecho, una buena práctica para los profesionales del mundo audiovisual, puesto que complementa el currículum tradicional poniendo sobre la mesa habilidades como el montaje de vídeo, la locución, el manejo del sonido o, incluso, la redacción. A estos aspectos básicos podemos sumar otras aptitudes a plasmar en nuestra pieza, como pueden ser, por ejemplo, la animación o los efectos especiales, en caso de que seamos profesionales de este tipo de ámbitos con tanto potencial visual. Nuestra creatividad es, en definitiva, un arma a la que no debemos renunciar a la hora de vendernos a través de un formato tan rico y tan poderoso como el vídeo.
3 Elabora un guion
Con la primera clave en mente, debemos elaborar un guion adecuado, con el fin de tener claras las ideas que queremos plasmar cuando nos situemos ante la cámara. Para ello, es recomendable arrancar con una breve introducción, de unos diez a veinte segundos, con la que nos presentaremos con nuestro nombre, profesión y el empleo al que aspiramos. La experiencia laboral debe ser otro punto del guion a abordar a lo largo de unos veinte a cuarenta segundos, en los que destacaremos nuestros puestos de trabajo más destacados, las responsabilidades que hemos llegado a ostentar o los logros que hemos alcanzado a nivel profesional.
Al igual que en los currículums de siempre, también es importante que hablemos de nuestra formación académica, en este caso, unos veinte a cuarenta segundos, en los que expondremos el último título que hayamos obtenido. A esto le sumaremos aquellas credenciales que estén estrechamente relacionadas con el empleo que buscamos, puesto que nos pueden ayudar a sumar puntos de cara a nuestra futura contratación, pero siempre teniendo cuidado de no excedernos con el tiempo.
A todo ello, podemos sumar un valor extra a nuestro videocurrículum, en unos veinte a cuarenta segundos, plasmando algo de nuestra personalidad o exponiendo por qué apostamos por nosotros de cara a un empleo determinado. Es decir, es bueno vendernos como profesionales y anunciar, por ejemplo, qué aportaremos a la empresa o por qué deben contratarnos. Por supuesto, para cerrar el vídeo, hay que dar espacio a una despedida que, al igual que la introducción, es mejor que no superen los veinte segundos. En ellos, es bueno aprovechar para mostrar nuestros contactos, como nuestro email o nuestras redes sociales, mientras cerramos el videocurrículum de forma cordial.
4 Presenta una buena imagen
Al igual que en hacemos de cara a una entrevista de trabajo, debemos cuidar nuestro aspecto en el videocurrículum, tanto si deseamos como si no plasmar a través de él nuestra propia creatividad y talento. Para ello, es adecuado que tengamos presente a qué empresa o puesto de trabajo aspiramos, puesto que si es de mucha responsabilidad o para un empleo más "serio" que requiera menor creatividad, como puede ser la profesión de periodismo, quizás lo más adecuado sea por apostar por una imagen y un atuendo más formales. Es, básicamente, un detalle que es importante cuidar según el enfoque que queramos dar a nuestro videocurrículum y a quién esté destinado.
Asimismo, el entorno que elijamos para grabarnos es un detalle que también debemos valorar. No es lo mismo hacerlo en un espacio tranquilo, aislado, que hacerlo, por ejemplo, en un parque lleno de niños. Por supuesto, con la creatividad en mente, es recomendable elegir el contexto cuidadosamente, siempre que este no impida que transmitamos nuestro mensaje. Por ello, hay que tener en cuenta los elementos que nos rodean, para que no interfieran ni distraigan de lo que realmente queremos transmitir. Asimismo, aspectos como la luz o el sonido son esenciales a la hora de trasladar una buena imagen con nuestro videocurrículum: de estar mal plasmados, pueden provocar rechazo y, con ello, propiciar que seamos descartados como candidatos a un puesto de trabajo.
5 Apuesta por un buen material
Al igual que una buena imagen y un entorno adecuado pueden jugar a nuestro favor, apostar por emplear un buen material de grabación también ejerce el mismo papel. Un videocurrículum puede ayudarnos a conseguir el empleo al que aspiramos, pero no elaborarlo con un material básico adecuado, como una buena cámara, un micrófono adecuado o un programa de edición de calidad, puede restarnos puntos en el resultado final.
En la actualidad, por suerte, no hay que recurrir a productos de alta gama para obtener un buen vídeo, pero es evidente que debemos asegurarnos de que nos proporcionen un buen resultado a nivel técnico, que no nos perjudique, tanto a nivel visual como auditivo. Por ello, si tenemos dudas o deseamos aspirar a un material de mayor calidad, podemos recurrir a material de alquiler o encontrar programas gratuitos o más sencillos o accesibles que nos permitan editar el videocurrículum, como pueden ser Filmora, Open Shot o Lightworks. Todo depende, por supuesto, del nivel de complejidad que aportemos a nuestra pieza.
6 Cuida ritmo, tono y pronunciación
A la hora de situarnos ante la cámara, cómo exponemos la información es un elemento a tener en cuenta. Es importante, en primer lugar, cuidar el vocabulario que empleamos, al igual que es importante que seamos sinceros, puesto que de no serlo, es más que probable que eso se deje entrever en nuestra forma de movernos o de hablar. Asimismo, lo más favorable es emplear un lenguaje positivo, al igual que nuestra actitud, con el fin de transmitir dicho enfoque a través de nuestras propias palabras.
Por supuesto, con el fin de ceñirnos al tiempo recomendado, no debemos caer en la rapidez a la hora de exponer: es importante que respiremos y hablemos de forma pausada, con un ritmo tranquilo que nos ayude a vocalizar para no dar lugar a un discurso difícil de entender. Caer en lo contrario, de hecho, jugará en nuestra contra, al mostrar una imagen nerviosa y tensa, que además perjudicará el mensaje que queremos dar y puede generar un rechazo que queremos evitar.
7 Ten en cuenta la comunicación no verbal
Como hemos señalado en el punto anterior, mentir en un videocurrículum puede delatarnos de cara a nuestra expresión corporal, aunque lleguemos a pensar lo contrario, por lo que es mejor no arriesgarse. Por esta razón, aunque normalmente pase desapercibido, es importante que no subestimemos la comunicación no verbal que surja a lo largo de nuestra exposición, especialmente si destaca demasiado y puede distraer.
Por ejemplo, aspectos como un movimiento excesivo de nuestras manos, o incluso de nuestro propio cuerpo, puede perjudicar nuestra imagen, al igual que debemos evitar cruzar los brazos, con la que podríamos dar la sensación de "cerrados" o "retraídos", o realizar movimientos demasiado bruscos. Dentro de este aspecto, también hay que procurar mantener una expresión y gestos cordiales con los que transmitir cercanía y confianza mientras hablamos, algo tan importante como mostrar una correcta postura ante la cámara que deje clara nuestra profesionalidad.
8 Ensaya lo que sea necesario
A la hora de preparar nuestro videocurrículum, no solo debemos tener en cuenta los aspectos técnicos. Pulir nuestra forma de presentarnos, de hablar, es algo esencial para evitar mostrarnos inseguros. Por esta razón, es esencial que ensayemos todo lo que sea necesario hasta mostrarnos seguros y serenos durante nuestra exposición. Asimismo, el hecho de analizarnos a nosotros mismos no solo nos dará la posibilidad de reparar errores sobre nuestro discurso, sino que también facilitará la tarea de detectar, si los hay, esos momentos en los que el vídeo puede resultar pesado o aburrido.
Una buena forma de ser conscientes de nuestros puntos débiles de cara a la grabación de nuestro videocurrículum es situarnos delante de un espejo. De ese modo, disponemos de la posibilidad de observarnos durante nuestro discurso, aunque también es útil que nos grabemos y nos veamos a nosotros mismos, tanto al mismo tiempo, como posteriormente. Asimismo, el hecho de grabar a solas o quizás con una persona de confianza, puede ayudarnos a alcanzar el estado de calma ideal con el que lograr transmitir nuestro mensaje con la tranquilidad adecuada.
9 Inclúyelo en tus redes sociales
Dado el trabajo que conlleva un videocurrículum, no debemos limitarnos a enviarlo solo a las empresas en las que aspiramos a ocupar un puesto de trabajo. Actualmente, dada la proliferación y el gigantesco alcance de las redes sociales, es recomendable que compartamos este tipo de proyectos, especialmente en nuestros perfiles profesionales o en redes sociales especializadas en la búsqueda de empleo, como LinkedIn, InfoJobs o Infoempleo. De esa manera, contaremos con la posibilidad de que el vídeo alcance a nuestros contactos a empresas del sector y, si tenemos suerte, captemos con él la atención de algún profesional del sector audiovisual.