Recibir una llamada para acudir a una entrevista de trabajo es motivo de celebración. No todos los días tienes la oportunidad de firmar un contrato laboral, por lo que hay que aprovechar la ocasión y prepararse a conciencia. Aunque todos somos seres humanos y podemos cometer errores, los fallos que tengamos durante una entrevista pueden ser determinantes y hacer que nuestras posibilidades de obtener el puesto se esfumen.
Errores que debes evitar en una entrevista de trabajo
Por mucho que se hayan interesado por tu perfil, no puedes dar por hecho que el puesto va a ser tuyo, por lo que es importante que sigas una serie de pautas para impresionar a los entrevistadores y causar buenas sensaciones. De este modo, si próximamente tienes que enfrentarte a una entrevista laboral, a continuación, te recordamos varios errores que debes evitar para tener más posibilidades de conseguir el puesto de trabajo.
1 La impuntualidad
La puntualidad en una entrevista de trabajo quizá sea un tema que se da por sentado. Todo el mundo sabe que debes llegar a la hora de la citación y que a nadie le gusta esperar porque el tiempo es oro, sobre todo cuando se trata de trabajar. Además, retrasarse es síntoma de poca profesionalidad, de falta de motivación y hasta se considera una muestra de mala educación. Si acudes tarde a la entrevista lo más probable es que ni te esperen y pasen a la siguiente persona. Igualmente, si te retrasas a la hora de presentarte a la entrevista ya estás indicando que esta situación puede darse en horario laboral, algo que los empleadores rechazan sin pensarlo. Asimismo, llegar a tu hora implica que eres una persona responsable, que sabe organizarse bien y que se preocupa por el tiempo de los demás. No obstante, si se ha producido algún contratiempo que te va a impedir estar cuando te habían indicado, algo que puede sucederle a cualquiera, tienes que avisar a los entrevistadores para que conozcan la situación de antemano.
2 Vestimenta inapropiada
Del mismo modo que piensas de forma concienzuda qué te vas a poner para salir de fiesta o para algún evento de celebración, también tienes que meditar cómo vas a ir vestido a una entrevista de trabajo. No es necesario que vayas como si de una boda se tratase, pero sí es importante que cuides algunos detalles. Acudir con una vestimenta demasiado informal puede ofrecer la sensación de que eres una persona descuidada, mientras que, si te presentas correctamente vestido y aseado, darás una buena imagen. Tampoco es necesario que abandones tu propio estilo, siempre puedes adaptarlo a las circunstancias para que en todo momento te sientas cómodo. Aunque la ropa que llevemos no implica que sepamos hacer mejor o peor nuestro trabajo, queramos o no, la apariencia física aporta una primera impresión de nosotros y puede malinterpretarse. Así pues, lo más aconsejable es que vistas de una manera neutra y discreta, es decir, dejando de lado los complementos o las prendas llamativas.
3 Un currículum mal elaborado
Cuando acudes a una entrevista de trabajo tu currículum es uno de los elementos esenciales, una herramienta de referencia para conocerte. Por este motivo, es importante que elabores un currículum que recopile la información necesaria y que tenga una presentación adecuada y atractiva. Es decir, adapta el contenido al puesto de trabajo al que aspira, añadiendo únicamente datos que sea relevantes para esa oferta. Por ejemplo, si solicitar el cargo de diseñador gráfico, no interesa nada que especifiques que has sido camarero o dependiente si se diera el caso. Igualmente, no pongas información que no sea real. Quizá puedes maquillar un poco los datos, pero nunca llegues a la mentira, eso no te beneficia. Además, si la persona que te va a contratar recibe un currículum que destaca por encima del resto de una forma original, tendrá una imagen positiva y te hará ganar puntos.
4 La mentira
Mentir es uno de los errores más cometidos y el que más se repite en una entrevista laboral. Puede que el deseo de conseguir el puesto de trabajo te haga decir algún que otro dato que no es del todo cierto, pero querer destacar por encima de tu competencia de este modo es un auténtico fallo. Lo único que consigues es que el entrevistador se haga una idea equívoca de tu persona, pues pensará que posees unos conocimientos, unas habilidades o unas capacidades que en realidad no se corresponden con lo que sabes o puedes hacer. Además, si explicas que tienes cierta experiencia en algo cuando no es así, es muy fácil que comprueben la veracidad de tus palabras, bien con alguna prueba específica o bien a la hora de la verdad, cuando te toque desempeñar dicha tarea que, supuestamente, sabes realizar y has hecho en otras ocasiones y, en el fondo, no tienes ni idea ni de por dónde empezar. Es mejor que vayas con la verdad por delante y seas una persona sincera, por lo menos darás una buena imagen y destacará tu honestidad.
5 Lenguaje corporal inadecuado
Lo más común durante una entrevista es que el candidato se encuentre en un estado de nervios. Es algo que le sucede a la mayoría de las personas cuando se enfrentan a lo desconocido y a una situación en la que probablemente le van a poner a prueba. En este caso, lo fundamental es tratar de controlar tus gestos, pues el lenguaje corporal es el primer aspecto que revela cómo te sientes. Nada más entrar al lugar de la entrevista debes recordar que es importante entrar con paso firme, con calma, con confianza y con una sonrisa en la boca. Asimismo, debes sentarte correctamente, evitando el borde de la silla y sin cruzar los brazos y las piernas para no dar la sensación de que estás a la defensiva. Tampoco olvides saludar mirando al frente y hablar de forma natural y educada, acompañando tus palabras con un movimiento de manos adecuado. Si logras llevar a cabo estos consejos, con todos estos aspectos demostrarás que eres una persona profesional y que posees mucha seguridad, aunque en ese momento te estés muriendo de los nervios por dentro.
6 La falta de motivación e interés
Si estás interesado en un puesto de trabajo tienes que demostrarlo. La motivación es fundamental a la hora de desempeñar cualquier labor, pues no es lo mismo trabajar sin ganas que con ilusión. El esfuerzo será mayor si la persona tiene el interés necesario, algo que los entrevistadores tienen en cuenta. Para dar a entender y dejar claro que posees esta motivación, puedes comenzar desde el momento en el que te inscribes a la oferta de empleo, argumentando tu inclinación hacia el puesto en las respuestas a las preguntas de los formularios. Una vez te encuentres delante de los entrevistadores, mantén en todo momento una actitud positiva para que vean tu interés. Igualmente, evita cualquier gesto o palabra que pueda denotar arrogancia, prepotencia o un exceso de confianza, hay que saber mantener los límites entre querer un trabajo a toda costa y resultar demasiado impulsivo.
7 Usar el teléfono móvil
El teléfono móvil o smartphone se ha convertido en una herramienta más en nuestro día a día. Casi nadie sale de casa sin llevarlo encima, pero cuando acudes a una entrevista de trabajo tienes que llevar mucho cuidado con el uso que haces de este objeto. Por norma general, no debes utilizarlo bajo ningún concepto mientras estás con el entrevistador, al no ser que te indiquen lo contrario y debas cogerlo para realizar alguna consulta o para mostrar algo. No tengas el teléfono en la mano ni lo dejes a la vista, eso solo provoca distracciones. Revisa que tienes todas las alarmas desactivadas y, por descontado, no contestes ningún mensaje ni ninguna llamada, eso puede indicar que no te interesa para nada el puesto de trabajo. Evita también consultar la hora en tu teléfono, es un gesto que hacemos de forma habitual casi sin darnos cuenta, pero que puede ofrecer la sensación de que tienes prisa por marcharte. Por tanto, la mejor opción es que entres con tu teléfono apagado o en silencio, así evitarás cualquier interrupción o distracción.
8 No preparar la entrevista
En definitiva, presentarte a una entrevista sin haber preparado absolutamente nada es el error más grave que se puede cometer. Aquí entran todos los puntos anteriormente comentados, pero además debes completar todos esos aspectos con información acerca de la empresa a la que te quieres incorporar. Conocer bien cuál es la filosofía de la empresa te ayudará a saber cómo debes responder y actuar durante la entrevista. También debes tener en cuenta que la entrevista puede ser tanto grupal como individual, así que tienes que saber responder y adaptarte a cualquier situación que se pueda dar. Igualmente, es interesante que, en la parte final de la entrevista, si te preguntas si tienes alguna cuestión, realices alguna pregunta que demuestre tu interés por el puesto. Para ello, puedes prepararlas de antemano con esa información previa que has recopilado.